Creo que hablo en nombre de todos si digo que nadie imaginaba, que un día de abril como hoy, iba a estar encerrado en casa, y echando de menos aquello que en otras circunstancias nunca había apreciado suficientemente…digamos que damos demasiadas cosas por supuesto, que en realidad nadie nos puede asegurar. En un día como hoy reviso la prensa y las noticias, y te haces más consciente de lo que estamos pasando, y qué frágil es la vida de las personas ante ciertas eventualidades. Por poner en situación, este es el primer artículo de un blog de una nueva web, de una nueva imagen corporativa, que además coincide con una crisis como es la del Coronavirus. Cómo no hablar en el primer artículo del camino que tenemos a la espalda, y de lo que nos queda por recorrer… de los momentos de cambio.

Hoy 12 de Abril de 2020, y coincidiendo con el cumpleaños de mi padre, que con 72 años forzosamente se encuentra en el sector más vulnerable de la población, nos contemplan más de 16.000 muertos oficiales (para la fecha de lanzamiento serán por desgracia algunos más). Cuando más del 90% de los fallecidos tienen más de 65 años, me pregunto si no le hemos fallado como sociedad a nuestros mayores. En caso de nuestros abuelos, pasando una guerra, en caso de nuestros padres, una posguerra, y en ambos casos, siendo los que han construido el país en el que hoy vivimos.

Yo por mi parte, no puedo normalizar que la mayoría de las muertes se encuentren en este sector de la población…no puedo obviar el cariño, y el respeto que merecen por el duro trabajo y los sacrificios que han tenido que hacer para sacarnos a las nuevas generaciones adelante.

 

Sin embargo, no quiero enredarme en los datos negativos.

Quiero pensar que posiblemente nosotros también seamos un virus para nuestra casa, el planeta Tierra, donde hemos vivido hasta hoy, y lo más importante, donde tendremos que vivir hasta el último día de nuestra vida, aunque a veces parezca que nos olvidamos de este hecho, irrefutable por otro lado. Quiero pensar que esta es una reacción de la Naturaleza, como nosotros reaccionamos con fiebre cuando tenemos la desgracia de tener un virus que corre por nuestra sangre. Y ahora es, cuando forzosamente hemos tenido que parar la rueda, cuando tenemos cierto tiempo para escuchar lo que la madre Tierra nos tiene que decir, para meditar cuáles serán nuestros siguientes pasos desde el primer día que demos esta pesadilla por terminada.

Y ahí es donde mi fe inquebrantable en la raza humana, no se deja vencer. Pero que nos quede claro una cosa, el camino debe cambiar. Y cada uno de nosotros debemos ser el cambio que queremos ver en el Mundo. No es responsabilidad (solo) de los gobiernos, sino de cada uno de nosotros como integrantes de la raza humana, de la sociedad…y lo tenemos que llevar a nuestro día a día, en cada pequeña y gran acción. Y como no podía ser de otra manera, en una mente eminentemente técnica, me gustaría enlazar esa reacción con la tecnología.

 

Hoy,

ya no es necesario recorrerse medio mundo para hacer una reunión…o al menos, no es necesario hacerlo tantas veces. Hoy, podemos reunirnos personas de todo el globo desde la comodidad de nuestros hogares (sí, hablo de herramientas de colaboración), haciendo uso de la tecnología, que cada vez forma más parte de nuestras vidas. Hoy, ya no es necesario coger un vehículo particular para ir cada día a trabajar a una oficina (sí, hablo de entornos seguros de VDI y soluciones de VPN), y todos a la misma hora para garantizar una congestión que envenena el aire que respiramos. Hoy, tenemos medios más que suficientes para que la crisis (económica en este caso) que se nos avecina, no sea tan grande como va a ser. Hoy, podemos visitar un médico sin necesidad de salir de casa (sí, hablo de videoconferencia).

 

Hoy,

tenemos en nuestras manos tecnología que es capaz de tomar decisiones más rápido, y tomando más variables de lo que puede hacer el ser humano, previendo crisis como esta que nos toca vivir, y que no supimos anticipar, y ante la que tampoco supimos reaccionar con la necesaria celeridad (para los curiosos, SI…estoy hablando de Inteligencia Artificial, de Machine Learning, de Big Data). Solo puedo pensar en las vidas que se hubieran salvado si se hubiera tomado la decisión, una semana antes, dos semanas antes…Hoy, podemos poner la tecnología al servicio del ser humano y de la Tierra en la que habita. Tomemos esa firme decisión, y tomémosla desde el lado que nos corresponda…como empleados, como emprendedores, como políticos. Hagamos de nuestro Mundo algo más amable, más sostenible…nuestra vida (aunque a veces no lo veamos), va en ello. Y TODOS, TODOS, somos responsables de impulsar ese cambio.

Por último, me gustaría recordar una cita del gran Winston Churchill, cuyo mensaje además, se identifica con uno de nuestros valores…y puede ayudar en la pequeña o gran guerra que tenemos que librar cada uno de nosotros.

“Nunca te rindas, nunca te rindas, nunca, nunca, nunca, en nada, grande o pequeño, largo o corto, nunca te rindas excepto a tus convicciones de honor y buen sentido. Nunca sucumbas ante la fuerza, nunca sucumbas ante el aparentemente abrumador poder del enemigo.»